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miércoles, 29 de junio de 2011

¿y entonces el amor?

Si el amor tuviera objetos, no sería más que la sublimación de la que habla el barbudo lector de mentes; y entonces ahí si sería verdad que tendría dirección o tiempo. Sería eso que pensamos cuando de amor no supimos nada. La unión obligada de una subjetividad alienada. El pecho negado de la madre, el arrebato en la caricia del consejo del padre, los brazos sofocantes de ella, cuando mi estómago ya estuvo lleno y sería también cada golpe expiandor de él, cuando la pisada era aprendizaje. Susurrando eternos, en eterna dependencia, al amor su destino. ¿Y cuánto de distinto hay en eso con la posesión, el titulo nobiliario, la mercancía o la producción?
Pero es tanto más que eso, nuestra sintesis insuperable, que es el final de la dialéctica y el fin de comprenderla. La del observador que es lo observado. Una vista que al fundirse los ojos en el cuadro, ya sin ver no deja ni restos del marco.
Porque de amar, sería amar dar, sin esperar ser amado; para ser amor. Y de ser amado, sería ser amado recibir; para dar, también, ese ser amor a otro que ama, para que no tenga que amar a algún otro de este lado. Para que ser amado sea amar y no esperar. Y el amor sería amor y libertad. Y entonces no sería yo un quién te ama porque te necesita. Y sería entonces yo un quién te necesita porque te amo, por el mismo amor que sin forma de amar es amor dando forma. Amor dandole forma al amor que somos en condición humana, sería.

martes, 28 de junio de 2011

Sobre los pechos de mi madre, me hiciste estar confiado

viernes, 17 de junio de 2011

porque somos instante

Nunca tuve la necesidad de llamarme, aunque tantas veces lo sigo haciendo. Soy el germen de la historia y germino para hacer historia de la historia. Soy pequeño, un habitante de este planeta, soy un mundo en este un mundo de materia. Soy materia en la materia y no sólo; soy materia en condición humana. Soy la condición de todas mis palabras, así me dice el aprender en la militancia de la vida. Hubo veces me detengo en una y en otra lucha, en la del dolor que termina en viejo y la del miedo que termina en niño. Y entonces soy el fragmento que significa haber sido mordido por tanta memoria. Pero soy tanto de eso como de desierto tengo en el oasis que soy, y cuando no necesito de mi más que ser, también soy la nada.

domingo, 12 de junio de 2011

educandonos

KRISHNAMURTI: ¿Qué significa la palabra comunicación? Usted y yo tenemos algo en común. Común implica compartir.

S: ¿Cómo es posible compartir?

KRISHNAMURTI: Espere. Estamos usando el tiempo para comunicarnos; ‘común’ implica que ambos queremos comprender, examinar, compartir juntos una cuestión. Ni yo doy ni usted recibe, sino que compartimos. De ese modo se ha establecido una relación sobre la base del compartir. No está usted sentado sobre la plataforma y yo en el suelo. ¿Qué ocurre realmente cuando usted comparte un problema como el dolor de los seres humanos? Eso es algo tremendo.

S: Yo puedo comprender eso con respecto a las profundas emociones personales, pero con una idea no es posible.

KRISHNAMURTI: ¿Qué objeto tiene compartir ideas?

S: Compartimos el discernimiento.

KRISHNAMURTI: Lo cual es comprensión. Pero las ideas no son la comprensión. Al contrario, las fórmulas acerca de la comprensión impiden la comprensión. Señor, cuando usted comparte algo con otro, ¿qué es lo que ocurre? Ambos lo hacen a la misma intensidad, al mismo tiempo, al mismo nivel. Eso es amor. De otro modo no existe el compartir. Después de todo, para que podamos comprender algo juntos, yo debo olvidar todas mis experiencias, mis prejuicios, y lo mismo ha de hacer usted. De otra manera no es posible compartir.
¿Ha discutido alguna vez con un comunista, o con un católico?

S: Trato de comprenderlo.

KRISHNAMURTI: Pero él no lo comprenderá a usted. Eso es simple. Tome a Teilhard de Chardin. Él puede haber viajado extensamente, puede haber abarcado un amplio campo de investigación, pero estaba fijo como católico. Usted no puede compartir con alguien que permanece fijo. Compartir implica amor. ¿Puede amar un hombre que está fijo en determinada actitud?

S: Puede tener experiencias místicas.

KRISHNAMURTI: Porque esta condicionado. Él ve a Krishna o ve a Cristo. Ve lo que quiere ver. La cuestión es si la mente puede descondicionarse. No a través del tiempo, porque cuando la mente usa el tiempo para anular al tiempo, sigue estando dentro del tiempo. Y la verdadera comprensión está fuera del tiempo.
Hay muy poco para amar, para compartir. Pero hay abundancia de lo otro. (Pausa)
Señor, aquí formulamos la pregunta: ¿qué es la meditación? ¿Puede la mente estar libre de todo su contenido, ya que la conciencia está constituida por lo que contiene?

M: En la comunicación, ¿es posible que dos personas lleguen juntas a dar con ideas que ninguna de esas personas hubiera podido tener independientemente?

KRISHNAMURTI: Cuando dos personas se reúnen, ¿qué ocurre? Usted expresa algo verbalmente. Yo lo oigo, lo interpreto y contesto a ello; eso es la comunicación verbal. Y en ese proceso intervienen algunos otros factores. Usted no expresa claramente lo que quiere significar; yo le oigo, le entiendo parcialmente y le respondo parcialmente. Así la comunicación queda interrumpida. Si usted expresa algo con mucha claridad y yo le escucho sin ninguna reacción, entonces hay comunicación inmediata.
¿Puedo expresarlo de otro modo? A causa de que no sé lo que es el amor, quiero que usted me ame. Pero cuando sé lo que es el amor, nada quiero y por lo tanto, puedo comunicarme con usted.
Pero usted formula una pregunta más: ¿hay en absoluto necesidad alguna de comunicación? Necesidad en el sentido de que mediante la comunicación yo descubro algo más, descubro algo nuevo. Como el violinista que utiliza su instrumento como un medio de conquistar renombre, al contrario de aquél que hace música sin ningún otro motivo ulterior.

S: Ni para bien ni para mal.

KRISHNAMURTI: Sí, como una flor tómela o déjela: porque a través de la comunicación descubrimos algo juntos; y cuando no hay comunicación, ¿puedo descubrir algo sin verbalizar?
Cuando usted y yo tenemos un interés común e intensidad al mismo nivel y al mismo tiempo, entonces es posible la comunicación no verbal. No tengo necesidad de decirle ‘yo te amo’.
Pienso que estamos muy atrapados en las palabras, en la investigación puramente lingüística, semántica. La palabra no es la cosa. La descripción no es lo descrito.

jueves, 9 de junio de 2011

jediendo a margen

Largo cháguara y la verdad a gatas da para tabaco,
no importa que tan lejos eche el pial echando espuma.
Aún cuando apareciera un asome de la fajada
¿De qué la va ganar para disgustos, para sableadas, para sustos?
si mi caminar es un echarla de idioso cargado un poco de lagaña
y no es que quiera jugarla de manganeta, en eso no doy la derecha,
que no me vengan con esa macana.
Si a gatas me salgo pajuera del jabón que tengo.
Más quién quiera ver la pata a la sota
fácil ve que no soy un zarpado en chamullo,
aunque a veces eche pelos de bagualón.
Fajino a pura gambeta pa no encontrarme galgueando,
más que no soy ningún facultativo en eso de hacer repeluz.