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viernes, 5 de junio de 2020

Segurola y la havana.

Me niego a sumergirme, a entregarme a un sin sentido.
A fisurarme en palabras,
en las que no puedo encontrarme.

Me elijo en silencio,
en la llanura, en lo chato, quieto,
en el hastío a ese eco perdido.

Con desdén a la deriva, acariciando la nada,
 me habito en lo imperceptible, arbitrario,
 quieto, en la llanura, en lo chato.