todo lo que no es la paz, es síntoma
(sin-toma-de-conciencia)
la forma más sincera de mentir.
No soy un árbol cayendo en el bosque,
tengo oídos para oír, hago ruido,
sin embargo nunca termino de caer.
Soy un ser que no puede parar de nombrarse,
de convertirse en su propio cristo,
en su propio silencio.
Valiente para la muerte
y cobarde para la vida.
Pero me basta con contemplarlo
para dejar de sufrirlo,
para poder ser, incondicionalmente.
para empezar a entender eso de;
te quiero tanto que puedo ser feliz sin vos.
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