No tenemos certezas, la certeza nos tiene a nosotros o lo perdimos todo.
Educar no es dar respuestas, tampoco es facilitar preguntas.
La educación es imposible hasta que todo es posible.
Educar no es más ser educador que ser simplemente.
Educador no existe, educación tampoco.
No se puede comparar la felicidad que da poder ver el polvo flotando en el aire, cuando es atravesado por un haz de luz que entra por la ventana, con el ejercicio del conocimiento; que se convierte en una experiencia vacía cuando se vive el poder de la observación. Por lo tanto pienso que la educación nunca puede ser más importante que el cuidado de la vista.
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