Esos momentos en que dejo de ser miedo se apaga esta ceguera, que confunde el mundo y la memoria. Cuando ya no soy miedo tu voz me puede mentir, pero el resto tu cuerpo me cuenta tu verdad. Si usamos la memoria para el dolor, y lo bien que nos sale, no entiendo cómo es que nos olvidamos de las verdades de la paz.
Tu dolor es amor transformàndose en mundo.
ResponderEliminardijo Miguel.