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lunes, 20 de agosto de 2012

barrilete

Tal vez por primera vez pueda decir de manera honesta que pude te pude sentir; tu corazón, o lo que sea que sacó desde tu pecho esa descarga, la explosión eléctrica y virulenta. Si, te pude percibir en tu condición de palo rígido, comprimido por las puntas, vibrando en un frenético vaivén y ver tu cara de susto en esa samba; tal vez te ví, viéndote sin mirarte. Te pude sentir soplando un viento violento, sin esconderme, despierto hasta los pelos, dejando que me vueles. En este momento quisiera conocer más de vientos para decirte con más detalle cual es el viento que conocí adentro tuyo; alguno arremolinado y cosquilleante, eléctrico y punzante, polirítimico de alguna forma. Un viento que fácil voló con la importancia que podría haber tenido cualquier historia, y con tanta fuerza voló mis fantasías y mis miserias como vuela el polvo en un camino atrás del paso. Me volé, tan sin miedo que pude aterrizar orgulloso. Me pregunto si estarías distraída o si me habrás podido sentir volando adentro de tu viento, con tu viento adentro mío.

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